Serás salvo, tú y tu casa
- Mario Barrientos
- 6 dic 2022
- 2 Min. de lectura
"Entonces una mujer llamada Lidia, vendedora de púrpura, de la ciudad de Tiatira, que adoraba a Dios, estaba oyendo; y el Señor abrió el corazón de ella para que estuviese atenta a lo que Pablo decía." Hechos 16.14
Es Dios quien abre nuestro corazón para estar atentos; quien prepara la ocasión para que escuchemos Su palabra y podamos oír Su voz... Jesucristo dijo que nadie llega a Él por accidente, que todos somos traídos por el Padre celestial.
"Ninguno puede venir a mí, si el Padre que me envió no le trajere; y yo le resucitaré en el día postrero." Juan 6.44
Hay un trabajo previo en el reino de Dios; es nuestro Padre quien produce en Sus hijos, así el deseo de orar como la decisión de hacerlo, para que alguien más pueda acercarse y tenga la oportunidad de nacer de nuevo... Dios nos atrae con cuerdas humanas; con cuerdas de amor; así es como busca y llama a quienes no lo conocen.
"La fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios." Romanos 10.17
Por eso, aunque todos escuchaban al Señor Jesús, Él decía repetidamente: "El que tenga oídos para oír, oiga"; porque la mayoría no oía la voz de Dios sino al joven nazareno; al hijo de María, y de José, el carpintero... hacía falta la convicción de pecado y una conciencia clara de la necesidad del perdón, que sólo nos da el Espíritu de Dios.
"Los sacrificios de Dios son el espíritu quebrantado; Al corazón contrito y humillado no despreciarás tú, oh Dios." Salmos 51.17
Y ahora todo continúa igual; es el Espíritu Santo quien mueve el corazón de los que oran y de los que predican el evangelio... y la decisión de un incrédulo está bajo su propia voluntad; bajo su libre albedrío.
Sin embargo, hay una excepción para los familiares de un creyente; de un hijo de Dios que ha hecho un pacto eterno con Él, y ha recibido Las Misericordias fieles de David... por la fe de un creyente, los de su casa se arrepentirán y serán salvos.
"Ellos dijeron: Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo, tú y tu casa." Hechos 16.31
Dios no hace acepción de personas; la bendición de Abraham fue para todas las familias de la tierra... no dudo que alguien haya orado por Lidia, la vendedora de púrpura.
Cristo vive y te ama
Es necesario nacer de nuevo
Arrepiéntete y cree en el evangelio
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